TUBERCULOSIS BOVINA

Ceva Salud Animal capacitó en el uso de Tuberculinas

Durante los meses de junio y julio, Ceva Salud Animal buscó profundizar la lucha contra la Tuberculosis Bovina para ayudar a controlar la enfermedad en nuestro país.

En San Francisco, Córdoba; Esperanza, Santa Fe y Lincoln, provincia de Buenos Aires, la empresa llevó a cabo una capacitación sobre el uso de Tuberculinas, como herramienta efectiva para diagnosticar la Tuberculosis Bovina en los rodeos.

La iniciativa tuvo como objetivo informar a los productores y profesionales de la salud animal sobre la utilización de las Tuberculinas DPP (Derivado Proteico Purificado) Bovina y Aviar, en el marco de la Resolución Nacional Nº128 del año 2012, del Senasa, en relación al programa obligatorio en el control y erradicación de la tuberculosis a nivel país, para tambos y cabañas, que posteriormente irá involucrando otras categorías de bovinos y de explotación.

Los encuentros estuvieron a cargo de la Dra. Ana María Canal, médica veterinaria con Magister en Ciencias Veterinarias por la Universidad Austral de Chile y doctorado por la Universidad Complutense de Madrid; la Dra. Amelia Bernardelli, jefa del área de Micobacterias de Ceva Salud Animal, exReferente Internacional de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en Tuberculosis Bovina y Paratuberculosis y exCoordinadora del área de Bacteriología de la Dilab-Senasa; y del MV José Dupráz, Gerente de la Unidad de Negocios Rumiantes y Cerdos de Ceva Salud Animal.

Durante las disertaciones, que convocaron alrededorde 35 productores y profesionales cada una, José Dupráz explicó que desde Ceva Salud Animal “Buscamos que estas jornadas refuercen la importancia de controlar la enfermedad para combatir las zoonosis, teniendo en cuenta que además de provocar perjuicios económicos en la explotación ganadera, limitando su producción y el comercio de exportación, la Tuberculosis es una enfermedad que afecta a la Salud Pública”.

Por su parte, la Dra. Ana María Canal, quien actualmente trabaja en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral y durante 30 años se desempeñó en el Ministerio de la Producción de Santa Fe, explicó que como nunca dejó de apoyar los planes sanitarios a través de los talleres de capacitación a profesionales veterinarios y personal de los frigoríficos, es por ese motivo que también colaboró con la iniciativa de Ceva Salud Animal, de continuar capacitando para la prevención.

Asimismo, la Dra. Amelia Bernardelli profundizó sobre la producción de tuberculina en el laboratorio. “Se demostró gran interés por parte de los profesionales de conocer las alternativas de trabajo y el tiempo que representa elaborar una serie, que es de aproximadamente seis meses, hasta la finalización de los controles del Senasa”. 

Se dieron a conocer las características de trabajar con un patógeno, que requiere que las actividades se realicen en un Laboratorio de Bioseguridad NBS3. Por otro lado, agregó que se hizo hincapié en las características de la producción, la calidad de las drogas utilizadas, los controles fenotípicos y genotípicos periódicos, de las cepas de producción y los ensayos a campo de potencia y estabilidad en el animal de destino: la especie bovina.

Ceva Salud Animal exporta Tuberculinas DPP a Chile, Perú, Ecuador y desde junio pasado, a Brasil. “Entusiásmense y aprovechen estas tuberculinas de Argentina, que cuatro países de América ya las están utilizando en sus programas de control y erradicación”, comentaba en este contexto la Dra. Ana María Canal durante la disertación.

“Ceva Salud Animal produce alrededor de 5.500.000 de dosis anuales de DPP Bovina y 2.000.000 de DPP aviar. Con estos millones de dosis, según las últimas cifras, estamos abasteciendo un 75% del mercado de Argentina, asegurándose de esta forma la provisión de los reactivos en la realización de las pruebas tuberculínicas anocaudal, cervical y comparada.

El producto se presenta en cantidades de 100, 50 y 20 dosis. “Los menores volúmenes del envasado del DPP facilitan su uso en los rodeos con pocos animales ya que por las características de la tuberculina, cuando se abre un frasco, hay que utilizarlo durante el día y el resto después desecharlo. De este modo, si los envases son más pequeños, se evita la pérdida del producto y se facilita el trabajo en el campo”.

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